Tú que robas lágrimas, familias, vidas, o lo que es aún peor, infancias. Tú que destrozas mentes y enrojeces ojos. Tú que haces que sin darse cuenta, nos mate poco a poco, sin tocarnos, con gritos. Tú que hiciste que ella sufriera y que siga sufriendo, tú que hiciste que él, que ellos, que nosotros, también lo hiciéramos y hagamos. Tú que te escondes tras los ojos de la inocencia, tú que bailas entre velas y rituales maléficos. Tú que te ríes de los sentimientos del aire que pasa por nuestras caras secando lo mojado. Tú que no piensas, y que por eso así actúas. Tú que nos has hecho tanto daño. Tú que te basas en medicación absurda que hace de un estado de perdida de la noción de la realidad una solución. Tú que creas monstruos, para siempre, sin cura, sin solución, sin rehabilitación. Tú que deprimes, tú.
Jesús Alonso Lorenzo
