jueves, 9 de diciembre de 2010

No me acuerdo de lo que iba a poner

Tengo muchas cosas en mi mente, tantas que en ocasiones me cuesta mucho ordenarlas, tanto que a veces ni puedo, y tal es así que no me acuerdo de lo que iba a poner, ni de por que estoy escribiendo.
                                                                                                                                     Jesús Alonso Lorenzo

martes, 7 de diciembre de 2010

Tengo, quiero

Tengo, quiero
Tengo muchas cosas poco tristes en mi mente,
quiero contártelas de golpe, de repente,
hacer lo imposible por volver a verte,
discusiones amistosas, volver a discutir vencerte.
                                           Jesús Alonso Lorenzo

Te lo cambio

Te lo cambio
Te cambio mi playa y mi clima cálido por tu nieve y lluvia. Te cambio tu necesidad de llevar abrigo a todas partes por la mía de llevar camisetas de manga corta a casi todos los sitios. Te cambio mi mar por tu tierra, te lo cambio, eso y todo lo que quieras. ¿Sabes? No se quien eres, pero lo que si se es que quiero cambiarlo, lo necesito.
                                                                                                                                     Jesús Alonso Lorenzo

La botella de agua

La botella de agua
Es como tener una botella de agua delante, tener sed y no cogerla por miedo.
Por miedo a que la botella se acabe y no puedas seguir bebiendo, por miedo a que descubran que bebes de esa botella.
Por ese miedo bebo poco a poco, pero tengo mucha sed.
                                                                                                                                     Jesús Alonso Lorenzo

No recuerdo nada más

Antes de que lean esto quiero dejar claro que esto lo escribí desde el respeto, que escribo para expresarme y que si en algún momento alguien se siente ofendido por algo, le pido disculpas. Espero que les guste.

No recuerdo nada más
En un acto de rebeldía y quizás poca madurez, cogí la botella y empecé a beber. Mis padres las tenían todas allí, y nunca se las bebían. Bebí, tragué, no recuerdo si la botella estaba llena, pero por el poco "gusto alcohólico" de mis padres, presiento que si lo estaba.
La vacié...
... Abrí los ojos al sentir el fuerte golpe que mi padre me dio en la cara. Después, un intenso dolor de cabeza acompañado de unos gritos hicieron que me pusiera en pié rápidamente, y aunque un tanto inestable, miré a mi alrededor. Me encontraba en mi cuarto, en el suelo se encontraba una botella rota, no había manchas del líquido, ya que este se hallaba en mi interior, creándome unas inmensas ganas de vomitar...
... Seguí mirando, y aunque de manera borrosa, logré diferenciar a mi madre. Estaba llorando. No se si lo hacía por los golpes que mi padre seguía dándome o por el hecho de reconocer que su hijo se había convertido en un alcohólico, uno entre tantos otros.
Mi bienestar físico llegó cuando vomité encima de mi cama. Mis padres seguían allí, sin ni siquiera inmutarse por mi reacción. No obtuve ayuda. Mientras me iba encontrando mejor al deshacerme del alcohol que llevaba en mi interior, sentía unos empujones, mi padre me zarandeaba mientras gritaba:
- ¡Vomita cabrón! ¡Vomita y después duérmete en tu puta cama llena de mierda!
... Nunca antes había llorado y vomitado a la misma vez. Mis padres salieron de mi habitación y cerraron la puerta con llave. Tras la puerta de oían la intensa discusión que mis padres mantenían...
- ¡Tu puto hijo se ha convertido en un alcohólico de mierda!
- ¡Te dije que guardaras las botellas!
... No recuerdo nada más
                                                                                                                                 Jesús Alonso Lorenzo